La henna viene en polvo y debes mezclarla con líquido (agua hervida o té hervido) antes de poder aplicártela en el cabello. Mezcla 50 g (½ taza) de henna con 60 ml (¼ de taza) de líquido tibio y remueve la solución para que se combinen. Luego vierte más líquido poco a poco en cucharadas (15 ml) según sea necesario hasta que la pasta adquiera la consistencia del puré. Tras mezclar, cubre con plástico y deja que se asiente unas 12 horas. Una vez que ya vayas a aplicarte el tinte, mézclalo con un poco más de líquido hasta que sea fácil de untar. Antes de aplicar la henna, es necesario que tu cabello esté limpio, utiliza champú pero NO acondiciones tu cabello, pues los aceites del acondicionador pueden impedir que la henna penetre adecuadamente en las raíces. Enjuágate bien el champú y seca el cabello con una toalla, secador o al aire. Aplícate un poco de aceite de coco, crema corporal o vaselina en la línea capilar, incluyendo la frente, el cuello y las orejas para evitar las manchas. Usa guantes, la henna tiende a propagarse, de modo que es buena idea usar también ropas y toalla viejas. Aplica la henna. Hazlo en pequeñas secciones hasta completar toda la cabeza. Deja la henna durante el tiempo suficiente para que se asiente. Por lo general, tarda entre dos a cuatro horas. Mientras más tiempo la dejes, más profundo y brillante será el color. Puedes dejártela hasta seis horas. Ve a la ducha, vuelve a ponerte los guantes y enjuágate bien frotándote el acondicionador en el cabello para que la pasta salga con más facilidad. Sigue aplicándote el acondicionador y enjuagándote hasta que el agua salga clara y no queden restos de la pasta en tu cabello.